Catorce primaveras y una pandemia
Hola cariño,
Menudos trece años que te han tocado vivir, si hace 12 meses dábamos la bienvenida a tu adolescencia, hoy un año después damos gracias por estar vivos. Así de contundente, has pasado por un largo confinamiento, como todos, pero tú has sido el más valiente, has sido capaz de enfrentarte a una situación que no entendíamos, desde el primer día has asumido las normas, los cambios de rutina, las situaciones de estrés. Ya me gustaría que alguno de estos que enarbola la bandera de la libertad para no ponerse la mascarilla, para saltarse el toque de queda o para ir a una fiesta ilegal, se pusiera en tu piel y sintiera todo lo que tú has sentido estos meses, quizá así cumpliría, o no… Sentir el miedo a lo desconocido, a no tener una red de apoyo, mirar a tu alrededor y no ver a nadie, nadie en la calle, sin coches, sin ruido, sin clases, sin niños, y tú, con tu mayor de las sonrisas salías a ese paseo permitido, como cuando ves el mar, con esos ojos llenos de ilusión, de esperanza y de fuerza. Has sabido despedirte del abuelo Jacinto, con un beso, una sonrisa y un te quiero para siempre, tú me has dicho que el abuelo no se ha ido que está en tu corazón, y es que cariño, nadie muera mientras perviva su recuerdo.
Hoy es tu cumpleaños, catorce primaveras y una pandemia, este puede ser el título de este año que arranca para ti hoy, espero que la banda sonora que lo acompañe sea alegre y que, aunque lleno de incertidumbre y misterio, sea un año importante para ti, como lo ha sido este, pero más amable.
Gracias hijo por este año, gracias por intentar comprender lo incomprensible, gracias por ayudarnos a continuar con esta locura que es a día de hoy la vida, gracias por iluminar nuestros días y nuestras noches, eres el mejor hijo que unos padres podrían soñar.
Te queremos Nachete, feliz cumpleaños, “Tu Eres Alucinante”