La Inclusión educativa de nuestro colectivo es posible
La #inclusioneducativa de nuestro colectivo es posible ? la madre de Nacho, adolescente con #TEA , lo deja muy claro en esta carta de cumpleaños. ? #Felicidades #TuEresAlucinante
“Dieciséis añitos, fiera”
Hoy es día de volver la vista atrás y de repasar este último año, y si lo tengo que definir con una sola palabra, esa es, sin duda “FELICIDAD”, con mayúsculas y en negrita.
Eres feliz, y no todo el mundo puede tener la suerte de sentirse así, la vida es dura y complicada, y este año no ha sido distinto, llevamos una temporada muy difícil, en la que paradójicamente lo que a priori debería ser complicado, el autismo, es lo más sencillo.
Y no es que el trastorno del espectro del autismo sea sencillo, es que cuando te das cuenta de que simplemente forma parte de tu ser, todo fluye y las cosas se ponen en su sitio. Y este año con todas esas cosas que vamos a obviar, con esos malos días que todos tenemos, con esos momentos complicados, en medio de la adolescencia, has encontrado un sitio que te iguala a los demás.
Nos ha costado mucha lucha, mucha, el que hoy estés en un instituto rodeado de chicos y chicas de lo más diverso, la diversidad, para quien no creía y aún sigue sin creer en la inclusión educativa, es algo más que la discapacidad. Está en todas las aulas, en los patios, en cada rincón, cada persona es única, y por eso simplemente hay diversidad. Un instituto es el lugar donde un montón de adolescentes empieza a desarrollar su carácter, donde luchan por intentar saber quiénes son, donde descubren o empiezan a vislumbrar su identidad sexual, donde todos son o deberían ser igual de importantes, donde se equivocan, donde forjan alianzas y amistades. Y tú, hijo mío formas parte de ese micro mundo que te pertenece por edad, por justicia y por derecho, por derecho a ser igual, por derecho a ser diferente.
Has encontrado amigos, una red de protección encabeza por Raquel y por Mar, unos compañeros de clase que te quieren tal como eres, ojalá todos tuvieran un Iker o una Martina, o una María, o un Rubén… o a todos y todas, que cada día te hacen sentir que estás en tu sitio, que encajas, que eres uno más.
Queda aún mucho camino por recorrer, te queda mucho por luchar, por vivir, por disfrutar. Me vas a permitir que haga un inciso en esta carta, para decirles a los que no creían a los que no creen, que sí, se puede, que la inclusión educativa puede ser y es una realidad cuando se ponen los medios humanos necesarios, pese a que siempre haya alguien que aun quiera poner la zancadilla. Que, si hubiéramos tenido la suerte las generaciones anteriores de vivir esto, quizá hoy la sociedad sería más tolerante, más justa, y seriamos capaces de dar importancia a lo que realmente la tiene.
Pero Nachete hoy es tu cumpleaños, tu día, y vamos a celebrar la suerte de que seas nuestro hijo, con el orgullo de unos padres que te quieren más que a nada en este mundo. Nos encanta como eres, nos encanta que por encima de todo seas tú, único, irrepetible, con lo bueno y con lo regular. Creo que todos los padres deseamos una sola cosa, que nuestros hijos sean felices, y tú lo eres.
El título de esta carta es el de una canción, que habla de cómo a los dieciséis años, el protagonista, para encontrarse deja de ser él:
“Y así fue
Me rebelé contra todo, hasta el sol
Viviendo, entonces, una distorsión
Y me enfadé con el mundo
Malditos complejos que siempre sacan lo peor
Pensé «en la fuerza estará lo mejor»
Me disfracé de uno que no era yo
Buscando esa firmeza
Llegué a un lugar negro
Pensé que eso era el valor
Y sufrí de tal manera
Por dejar de ser quien era”
Tu no dejes de ser como eres, no cambies por intentar parecerte al resto, por encajar, se lo que quieras ser, se libre para vivir como quieras y sentir lo que te dé la gana. No se te olvide nunca, que Tu eres Alucinante.
Te queremos
Mamá y Papá